martes, 25 de junio de 2013

¿La educación?

Este breve artículo, no tratará sobre la nueva reforma educativa. Sino sobre la educación.

Esa educación enterrada, cubierta de polvo, olvido e infamia. No se trata de ser lapidario. Pero sí, en la medida de lo posible lo más cercano a la realidad.

Cualquiera con sentido común, algo de sensibilidad y "un par de dedos de frente". Será consciente que las políticas públicas, sólo existen aisladas unas de otras en el mero plano formal de la teoría.

Es decir, las políticas públicas, adquieren especial relieve integradas. De una manera entendible, aunque quizás rudimentaria, se puede decir que son como un sistema de poleas. O un sistema.

Resulta, curioso, pero nada casual, que casi siempre que se habla de la educación, se ignoran los demás elementos que conforman su sistema. Ya que ninguna política se forma al vacío. Confundiendo múltiples y heterogéneos aspectos.

Pues bien. Existen infinitos tópicos sobre la educación, casi todos basados en discursos, cuya lógica efectivamente emplea los mecanismos anteriormente descritos. Son demasiados para la breve pretensión del artículo. Aunque sea vital desmitificar esos mitos.

Como tal, la educación que se imparte, en buena medida quizás deja mucho que desear. Porque es meramente aleccionadora y adoctrinante. Adoctrina sobre aspectos para el desarrollo de competencias profesionales, cada vez más estandarizadas y protocolizadas.

Apenas, sólo valora una capacidad entre muchas otras, la memorística. Es decir, que si tienes la capacidad de memorizar con suma facilidad, como los robots, serás de "excelencia". Si no, pues no tendrás oportunidad de acceder a ciertas cosas. Capacidades como la creatividad, la innovación, o el aporte social apenas son valoradas.

Se trata pues de un sistema en si mismo, poco participativo, que no exige implicación personal más allá de las capacidades memorísticas, muy rígido, en tanto que no permite horizontalizar conocimientos, adquirir y desarrollar destrezas, a partir de los conocimientos propios, desarrollando nuevos conocimientos desde los dados.

A partir de métodos de enseñanza y de calificación, que han quedado anticuados.

Ya que no existe interacción, la comunicación es sólo unidireccional, el mensaje debe ser sencillamente engullido y vomitado, cada cosa en su momento. Por tanto, en lugar de aptitudes, a veces se valoran más las actitudes. Y estos aspectos no crean puentes ni implicación.

Hechos maximizados por la creciente falta de medios. O condiciones que favorecen esto.

La actual rigidez de los modelos y métodos de enseñanza no permite en muchos casos. Desarrollar aspectos teórico prácticos que innoven de una forma participativa añadiendo valor social a esos nuevos conocimientos, que no tienen por qué proceder de una única área de conocimiento. Por lo que los mismos se pierden sin canales adecuados para ellos.

Se trata de modelos garantistas de un orden obsoleto dado. El cual, sólo beneficia al único sistema del que apenas se oye hablar nunca. Siendo fundamental su cambio. El modelo productivo.

Un día nos daremos cuenta que nos han cambiado todo. Para no cambiar este. (Entre otras cosas)

Resulta curioso que generación tras generación, tantísimos jóvenes sean abocados a trabajos basura, con titulaciones universitarias ¿Donde está el problema de eso? ¿En la educación? Claro que no. Pero se nos repite hasta la saciedad lo contrario. Por el simple poder del capital financiero. Que incluso amparado por las políticas realizadas crea un doble vínculo. Fórmate. Para un trabajo basura. Que si no tendrás un trabajo basura, por no haberte formado. Haciendo casi justificable, que para trabajos cuyo desarrollo es instranscendente la posesión de títulos universitarios. Por su labor. Los no poseedores de títulos, trabajen en condiciones leoninas, como si esto fuera su culpa, o una condición de normalidad.

Quizás sería conveniente reflexionar, si por esto citado, muchos jóvenes deciden realizar dadas las pobres expectativas laborales, estudios universitarios. Aunque tal promesa de trabajo justo sea una pantomima.

Aunque apostar por la inversión en otra educación, quizás conllevaría otra sociedad. Otra clase de ciudadanos.

Sería aconsejable que la comunidad educativa analizara en profundidad el estado de la educación. Ya que como en todos los problemas, desde la dimensión individual, grupal a la comunitaria. Los problemas, no se suelen abordar por sencillo temor a los cambios o dinámicas complacistas.

Aunque en verdad, los mismos problemas, sean una incomodidad que a modo de síntomas reflejan que algo no va bien. En todos y cada uno de sus miembros.

Ya que los problemas suelen ser comunes. Necesitando soluciones reales comunes.

El diálogo interpares siempre pone nervioso al poder.

Porque genera conocimiento. Ese conocimiento que finalmente acaba terminando de poseer su sentido en la práctica.


Flores del Parnaso  

1 comentario:

  1. hay una cosa que no dice el artículo. Pero me lo ha sugerido al leerlo. Y es que como no piensan cambiar el modelo productivo. Piensan que la educación es un lujo. Que existen demasiados universitarios. Que no van a poder insertar en el mercado laboral. Que por tanto, sobran universitarios. Y sólo van a poder ser universitarios, aquellos que se lo puedan permitir. Pero claro, esto es una elucubración.

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