Fotografía Flores del Parnaso |
Las olas quiebran a su fin. Como
entonces.
Las noches son largas.
El tiempo son instantes de una pequeña
eternidad.
No sé que hacer con esta sobrevenida
melancolía
de un otoño, que sé, ya no ha de
volver.
Pero es que, aquí, la tuve tantas veces
en mis brazos.
Tuve tantas veces, en mis manos, la
palabra precisa.
Sin saber que con ella pasaba la vida.
Y que buscándola se me iba.
Vagué tantos caminos.
Tantas veces el mismo sueño.
Que luego en la amargura,
encontré el exilio de mi esperanza.
Mi torpeza y desatino.
Al ignorar una y otra vez más.
Que lo transcendental comienza
en el exotismo y la cotidiana hermosura
del día a día.
Antonio Palacios
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