La difuminación creciente de las
diferencias norte-sur, este-oeste. En el nuevo orden mundial
desarrollado por el sistema programático neoliberalista. Darían
paso a hablar con más exactitud de centros-periferias, casi en
cualquier lugar del planeta.
En los que el sistema capitalista, se
articula mediante diversas y/o heterogéneas conexiones en distintas
dimensiones informacionales, productivas o de poder. Con otras clases
de lógicas a nivel mundial.
A modo por poner un sencillo ejemplo
visual, como Cortázar comprobaba que las lógicas se mezclan,
superponen e interactuan, cuando por las calles de París, arrancaba
pedazos de carteles pegados en muros, sin que nunca estos acabasen.
Ya que no todo siempre es nuevo.
Por la misma razón, ante este proyecto
programático neoliberal, conviven de hecho muchos movimientos y
luchas que intentan responder a las innumerables cuestiones que en
los diversos campos el capitalismo intenta imponer, mediante
innumerables estrategias. Como pueden ser el dominio de supuestos
saberes expandidos cada vez con mayor rapidez mediante los medios de
comunicación, generando un estado de cosas, que a menudo se presenta
inevitable o unidimensional, aunque también por medio de
legislaciones a través de los estados, por ejemplo, la privatización
de recursos públicos, el déficit de gasto social, el mantenimiento
o expansión de los grandes flujos internacionales de capital
financiero, sin controles, medidas de control. O la penalización ya
sea de forma jurídica o administrativa a las libertades ciudadanas,
o de información.
Pero esta breve exposición, centrará
su atención, en el orden de la transnacionalización del capital
financiero y la producción. Sencillamente porque si bien a niveles
nacionales, se están llevando a cabo importantísimas luchas que
desde la reivindicación de la mejor política, plantean una mayor
regulación de estos aspectos tanto a nivel estatal, como
supraestatal.
Resulta curioso eso mismo. Que tales
luchas sólo se planteen a nivel nacional. Ante un poder desbocado y
transnacional. Aunque, existan medidas y fórmulas a nivel nacional
para regular y controlar tal situación de desregulación y libertad
de flujos económicos. Que conduce cada vez más a mayor desigualdad
y empobrecimiento.
Tal vez sería aconsejable, mucho mejor
antes que despues, que dichas luchas nacionales, se acompañaran a
nivel internacional. Aprovechando la diversidad experiencial nacional
de los diversos movimientos sociales que trabajan para construir un
modelo de sociedad más igualitario, redistributivo y justo. Para
ello tienen toda su profunda experiencia.
Y por encima de todo, más allá de las
diferencias, diversidad o pluralismo de las heterogéneas luchas que
llevan a cabo. Posiblemente un marco común de posibles consensos.
Ya que en cierta manera son como lo uno
y lo múltiple. Atraviesan cada zona geográfica del planeta. Y de
los campos del saber. Creando o generando nuevos saberes y prácticas
socioculturales. Que permitan la transformación del sistema mundial,
del cual forman parte, ya que no hay dentros ni fueras. Poniendo al
alza las enormes potencialidades de creatividad, libertad, justicia o
redistribución.
Por citar un ejemplo, la falta de esta
internacionalización de las luchas se muestra crudamente, en la
deslocalización de la producción.
Flores del Parnaso
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